El espacio entre los dientes, conocido como diastema, ha sido motivo de debate durante décadas. Mientras que algunos lo consideran un rasgo atractivo e incluso de moda —inspirado en sonrisas de celebridades—, muchos otros lo ven como un complejo estético o un problema de salud que conviene tratar.

En la era de las redes sociales, se han popularizado numerosos “trucos” que supuestamente permiten corregir dientes separados de manera rápida y sin acudir al dentista. Sin embargo, la realidad es muy diferente: la mayoría de estas soluciones caseras no solo son ineficaces, sino que pueden ser peligrosas.

En este artículo desmentiremos los mitos más extendidos, revisaremos las opciones reales que existen en España y explicaremos por qué cerrar un diastema de forma profesional es la decisión más saludable y duradera.

El atractivo de los dientes separados en los famosos

Algunas celebridades internacionales han hecho del diastema parte de su sello personal. Modelos, cantantes y actores han mostrado con orgullo sus dientes separados, lo que ha contribuido a que muchas personas los perciban como un rasgo de belleza.

No obstante, lo que para unos es un distintivo, para otros puede convertirse en un motivo de inseguridad.

Aquí surge la primera verdad: no todos los diastemas son iguales ni tienen las mismas consecuencias.

En algunos casos no suponen un problema de salud, pero en otros pueden derivar en complicaciones como acumulación de placa, dificultades para masticar o alteraciones en la pronunciación.

Mitos comunes sobre corregir dientes separados

Mito 1: “El espacio se cerrará solo con el tiempo”

En algunos niños pequeños, el diastema puede cerrarse de forma natural cuando erupcionan los dientes permanentes. Sin embargo, en adolescentes y adultos lo habitual es que el espacio permanezca o incluso se agrande con el tiempo. Esperar no es una solución real.

Mito 2: “Se puede corregir en casa con ligas o gomas”

En internet circulan tutoriales que sugieren unir los dientes con gomas elásticas. Esto no solo es ineficaz, sino también peligroso: puede dañar las encías, aflojar dientes y provocar problemas periodontales graves.

Mito 3: “Llevar carillas siempre es la solución más rápida”

Las carillas son una excelente opción estética en determinados casos, pero no corrigen la posición real de los dientes. Si el diastema se debe a un problema de mordida o a un frenillo labial, colocar carillas sin tratar la causa puede dar un resultado poco duradero.

Mito 4: “Los dientes separados son solo un tema estético”

La verdad es que los diastemas pueden impactar en la higiene oral, la mordida, la fonación y la salud de las encías. Corregirlos no solo mejora la apariencia, también favorece la salud a largo plazo.

Verdades sobre corregir dientes separados

1. Cada caso es único: el tratamiento depende de la causa, el tamaño del espacio y las necesidades del paciente.
2. La intervención de un profesional es imprescindible: solo un odontólogo puede realizar un diagnóstico preciso con radiografías y estudios digitales.
3. Existen soluciones personalizadas: desde ortodoncia hasta carillas o resinas, las opciones actuales permiten resultados efectivos y naturales.
4. Corregir dientes separados mejora la salud y la estética al mismo tiempo.

Soluciones reales en España para corregir dientes separados

Ortodoncia invisible

Los alineadores transparentes permiten cerrar los espacios de manera progresiva, cómoda y discreta. Son ideales para quienes desean un tratamiento estético y eficaz.

• Duración: entre 6 y 24 meses según el caso.

• Ventajas: removibles, casi invisibles y muy precisos.

• Precio: entre 2.500 € y 5.000 €.

Brackets

El método tradicional sigue siendo uno de los más efectivos, especialmente en casos complejos. Pueden ser metálicos o estéticos.

• Duración: entre 12 y 24 meses.

• Ventajas: adecuados para todo tipo de maloclusiones.

• Precio: desde 2.000 € a 3.500 €.

Carillas dentales

Son láminas finas que se adhieren a los dientes para cerrar el espacio y mejorar la estética.

• Tipos: porcelana (duraderas y naturales) y composite (económicas y rápidas).

• Resultados: inmediatos, en 1 o 2 sesiones.

• Precio: 150 € – 300 € por pieza (composite), 450 € – 800 € (porcelana).

Resinas compuestas (bonding)

Consiste en aplicar material estético del color del diente para rellenar el espacio.

• Resultados: inmediatos, mínimamente invasivos.

• Indicado para: diastemas pequeños.

• Precio: desde 100 € a 250 € por diente.

Frenectomía

Si el diastema se debe a un frenillo labial engrosado, la solución es una pequeña cirugía para corregirlo.

• Ventajas: rápida, sencilla y segura.

• Precio: entre 250 € y 450 €.

¿Qué opción es la mejor?

No existe una respuesta universal. La elección dependerá de factores como:

• La causa del diastema.

• El tamaño del espacio.

• La edad del paciente.

• Si existen otros problemas de mordida o encías.

• Las expectativas estéticas y el presupuesto.

Por ejemplo:

• Para un espacio pequeño y puramente estético, el bonding o carillas pueden ser suficientes.

• Para un problema estructural de alineación, la ortodoncia invisible o los brackets son la mejor opción.

• Si el frenillo es el causante, será necesaria una frenectomía.

Solo un diagnóstico profesional puede determinar la solución más adecuada para garantizar resultados efectivos y duraderos.

Beneficios de corregir dientes separados

• Mejora de la estética y la armonía facial.

• Mayor confianza al sonreír y hablar.

• Mejor higiene dental y prevención de problemas de encías.

• Corrección de la mordida y mayor eficacia masticatoria.

• Resultados naturales y estables a largo plazo.

Conclusión

Aunque los dientes separados pueden verse como un rasgo de moda impulsado por algunos famosos, la realidad es que en muchos casos conviene corregirlos no solo por estética, sino por salud. Los “trucos” caseros o las soluciones improvisadas no son recomendables y pueden generar más problemas que beneficios.

Hoy en día, existen tratamientos profesionales y personalizados para corregir dientes separados, adaptados a cada necesidad y con resultados garantizados.

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